Hoy mi
día no empezó muy bien que digamos, amanecí contenta....pero sin voz!! (gripe
del mal) en la tarde, intenté hacer un par de trámites, ambos fallidos. Un poco
decepcionada y fastidiada decidí entrar
a un café a ver si encontraba algo que pudiera confortarme y levantarme
un poco el ánimo y al entrar.....qué delicia de aroma!!! café recién
pasado!! Debo confesar que no me gusta mucho el café, sin embargo crecí con ese
aroma porque mi papá era cafetero por excelencia de esos que iba y compraba el
café, lo molía, tostaba y gota a gota hacía el más sabroso café del
mundo. Podía verlo pasar de su oficina a la cocina diez veces al día, salía con la taza vacía y regresaba poco después con la taza llena de ese aroma tan agradable.....hoy después de algún tiempo y gracias a ese cafetín, pude volar en el
tiempo y no sólo recordar a mi papá preparando el café que tanto le gustaba,
sino lo he podido sentir y hasta ver, sentado en su oficina con un montón de planos y tomando café.
Hoy te recordé como antes papi, como siempre...te extraño tanto,
tanto....que compré ese café y he saboreado no sé si con el mismo placer con
que tú lo saboreabas...pero me he sentido un poquito cerca a ti.....sabes qué
papi?.....qué rico es el cafecito!!!!Nuevamente supiste cómo hacer que mi día terminara de maravilla.
Si no fuera tan tarde, me tomaría un café. Tu relato me provoca.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Héctor. Ve por el café!! Te sentirás genial!! 😊
EliminarRecordar es volver a vivir.
ResponderEliminarEs verdad 😊
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