Tenías una moto verde pequeña y nos íbamos a pasear por todo Chincha cantando canciones de Gianmarco a voz en cuello como si fuésemos grandes cantantes. Tu alegría y ganas de vivir eran maravillosas, cada encuentro contigo era no parar de reír, ya sea recordando algún episodio de nuestra juventud y divirtiéndonos con algún suceso reciente (en mi país le decimos "rajar")
Para tu cumpleaños, era infaltable a las 6.00 de la mañana el aguadito, todos lo esperaban con ansias después de una noche de muchas risas, bailes y diversión...todos esperaban el aguadito, menos yo, y por eso te reías y me decías que lo tenía que comer quiera o no. Miles de fiestas, miles de risas, miles de anécdotas... Pasaron los años, te casaste y tuve el honor de ser testigo de esa unión con mi amiga querida y colega. Fui maestra de tu sobrina hermosa y traviesa y también ese fue motivo para más risas, anécdotas y mi chapa!!. Qué años tan hermosos!!
Vi el nacimiento de mis sobrinitas, hermosas y luego me tuve que ir de Chincha, pero mi cariño nunca se fue.
Son tantos recuerdos, tantas anécdotas, tantas risas, verte era mi alegría, ¡Cómo me gustaba abrazarte Gino! era como reiniciarme, has sido mi paño de lágrimas, mi hermano, mi amigo, realmente MI AMIGO.
Te encantaba viajar...y ahora te tocó volver a hacerlo, pero éste es un viaje sin retorno.
Ahora, no podré verte más, se siente una gran impotencia no poder estar en tu velorio, no poder llorarte en tu entierro...por eso te escribo y aunque sé que no lo vas a leer, lo haré yo, lo haré siempre y tal vez vaya agregando alguna que otra anécdota que vaya recordando.
Feliz viaje al infinito mi gran amigo...te quiero por siempre.